Confirmado ya que mi proyecto sobre esta asignatura versará sobre el lenguaje de los JUM en las redes sociales, he decidido comenzar con una suerte de introducción para definir qué tiene de característica esta forma de comunicación desarrollada en los espacios digitales.
Para ir de lo más general a lo particular, empezaré diciendo que por lenguaje podemos entender una herramienta comunicativa básica. Ahora bien, ¿es el lenguaje que emplean los jóvenes usuarios de medios en internet el mismo que se viene utilizando en la comunicación oral o en la comunicación escrita? Es evidente que no. Por tanto, la primera medida de precaución sería subrayar que el lenguaje de los JUM responde a un estilo o modo de comunicar diferente a los que se han practicado desde tiempos rémotos. Algunos investigadores incluso lo enmarcan dentro de una variedad lingüística con plena validez.
"El ciberlenguaje se presenta como una variedad heterogénea, sumamente creativa y en evolución", dicen Giammatteo y Albano (2009).
Podemos inferir que el lenguaje, consecuentemente, es un fenómeno vivo, en permanente progreso, que se nutre del contexto en que se desarrolla y que en parte también está condicionado por las tecnologías a través de los cuales los seres humanos se comunican. En breves palabras, el lenguaje es algo, por su propia naturaleza, permeable.
Hoy en día, el soporte por autonomasia en lo que a comunicación se refiere no es otro que internet, cuyas peculiaridades (entre otras, la inmediatez, la interactividad y la convergencia de diferentes formas de expresión escrita, oral, icónica...) han alterado profundamente el lenguaje que se utiliza en cada uno de sus rincones.
Pero en esa mutación que se está registrando en el lenguaje, además, no podemos obviar otra realidad que pone en evidencia hasta qué punto internet ha supuesto una revolución en relación a otras tecnologías precedentes. Y es el hecho de que, en comparación con medios como la televisión o la radio, la red de redes y, especialmente tras la conquista de la web 2.0, concede a los usuarios un papel protagonista en la propia evolución del lenguaje.
Por ejemplo, a diferencia de la tele, que impuso, en su lógica de comunicación vertical, unos determinados usos del lenguaje a las audiencias (además, vinieron con ella palabras importadas de otras idiomas como los realities, que hemos incorporado plenamente a nuestro cajón de sastre), la web social destaca por permitir, como canal, que los usuarios interactúen entre sí de un modo horizontal, lo que trae como consecuencia que tengan una responsabilidad directa en la manipulación que se hace del lenguaje y, por consiguiente, en la formación de ese ciberlenguaje que estamos empezando a proyectar. Como dice Ernesto Antonio Parrilla, en un interesante ensayo titulado 'Alteraciones del lenguaje en la era digital', "la principal característica de esta nueva realidad es que no son los medios los que imponen el cambio, sino sus usuarios".
Podemos decir, así, que el ser humano ha recuperado parcialmente la potestad de intervenir en el lenguaje que se practica de una manera tecnológicamente mediada, lo que no deja de ser una buena noticia habida cuenta de los riesgos inherentes a la concentración de poder en unos pocos medios de los llamados ahora 'tradicionales'. Sin embargo, con esta democratización del lenguaje, tampoco queremos lanzar un mensaje favorable en torno a las alteraciones que está sufriendo nuestro sistema de comunicación más esencial en la red. Creemos que, como analizadores, no debemos, de partida, ni alabar ni criticar desde un paradigma vacunador los usos de este ciberlenguaje. La hipótesis que, por así decirlo, queremos demostrar es que, más allá de su corrección o incorrección, constituye una variedad lingüística por derecho propio y examinar cómo los jóvenes, grandes responsables del camino que tome en el futuro esta nueva forma de expresión, hacen uso de ella en sus interacciones.
En este acercamiento que pretendemos acometer nos centraremos en el ciberlenguaje que se practica en redes sociales como Facebook, Tuenti o Hi5, por mencionar algunas de ellas.
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